Musa, por Ruiseñor
- Equipo Dando Voz al Silencio
- 26 abr 2017
- 1 Min. de lectura
Si es que no puedo evitar despertarme cada mañana con los poros ansiosos de ti. Que se quedan cada noche sin voz mientras gritan tu nombre. Pero tengo el corazón contento, bailando dentro de mi pecho. El silencio que me desgarraba ahora me hace cosquillas
recordando tus caricias.
Mi alma es pura pirotecnia.
Me
escondo
entre
tus cabellos
y el mundo
parece
más seguro.
Mi alma se convierte en fuegos artificiales
cuando el cielo dibuja tus caderas
y colorea mis sonrisas.
Y exploto.
Sangro sonrisas policromadas.
Escribo versos con los ojos cerrados.
Rememoro besos que me (eriza)ro(n) —aún— el vello,
con nuestros dedos entrelazados.
Siento la poesía en mis venas desde que estás.
Las yemas de mis dedos te buscan
entre las sábanas frías.
En la cama interminable sin ti.
Me das ganas de escribir(te),
porque amo el arte
y tú eres una obra maestra.
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