Eva Calero
Eva Calero destaca por ser una artista con letras introspectivas e intimistas, en las que se centra en la problemática social y desde una perspectiva feminista. Con clara influencia del folclore y la canción de autor, tanto española como latina, es difícil catalogar su música; pues aunque en una primera instancia podríamos catalogarla como canción de autor o canción denuncia, ella misma dice que trata de definirla a través de lo que ella busca y le transmite el público.
Empezó a tocar la guitarra en un grupo de manchegas de su ciudad natal, Albacete, y más tarde se unió al conservatorio. En 2017 acude por primera vez a micros abiertos, pero tan solo realizando versiones y acompañando con su guitarra, pues no será hasta 2018 cuando se aventure a componer sus propias canciones, comenzando así tanto su propio proyecto en solitario como un grupo llamado La Caracola, que lamentablemente no sigue en activo.
Sus canciones son sentidas y cuidadas: Eva sabe mezclar de una forma tierna y, a su vez, fuerte, voz, letra y melodía. Los temas cantados en el evento son una muestra de ello, pues ambos son una grata muestra de sororidad. Semilla a semilla, por una parte, trata el tema de apoyo y la unión entre mujeres de una forma jovial y alegre; mientras que Diente de León, por otra parte, es una canción más dura que habla sobre la posesividad en la pareja y la violencia de género, compuesta a raíz de un poema de la cantante debido a una situación cercana con una amistad.
En definitiva, Eva es una cantante sentida, que destaca sobre todo por sus composiciones ingeniosas y sus letras poéticas.
Semilla a semilla
Que me ahogo de lo rápido que quiero crecer y no me cabe más aire en el pulmón. Estoy tan viva, que si me abrazas estallo. Que el llanto riega mis pasos y fertiliza mi canto. En los pies me crecen flores y aunque me pinches no sangro. Que mi mundo se vomita, y no me importa el lugar, ni la gente ni la brisa, sólo amarnos en bondad. Y le rezo a mis hermanas que juntas somos manada, río, fuente, calle clara; y mortaja del que miente. Que vinimos a quedarnos, que somos las más valientes, los pechos como puñales, vamos contra la corriente. Que voy plantando semillas y con tus alas me arraigo. Con las manos toco el cielo y hay raíces volando. Que el mundo está en guerra, madre, y a mí me toca luchar y defiendo mi derecho a estar aquí y a brillar. Y le rezo a mis hermanas que juntas somos manada, río, fuente, calle clara; y mortaja del que miente. Que vinimos a quedarnos, que somos las más valientes, aullamos fuerte y rugimos, y criamos descendientes.
Diente de león
Diente de león, te soplo para darte aire, vuela libre y vuelve a ti, que te alejaste de casa y allí te esperas pa' dormir. Niña de sol, ¿qué te hacen? que no te dejan vivir. ¡Deja tranquila su alma, que se la vas a partir! Y es que nunca será tuya, que no haces más que exigir. La tienes viviendo en vilo y es que ella ya no descansa, preocupándose por ti. Y a ti no te pasa nada, sólo juegas con su mente, bailas tirando de cuerdas para atraerla hacia ti. No tienes más que ofrecerle, tú ya no tienes más armas, aparte de esta vil maza, de saber que estará ahí. ¿Y así te crees que la quieres? Atándola a una rama, bloqueando su despegue, machacando su presencia, e impidiéndole sentir. Tú sólo quieres robarla, la quieres sólo para ti. ¡Que se acabe ya este expolio, que me mata verte así!, Te está dejando vacía, se está bebiendo tus vientos y aunque te lo prometa, él no va a cambiar por ti. Pero de todo se sale, tú sigues estando ahí, estás llamándote a gritos: ¡por favor, cuida de mí! Usa tu caparazón de escudo, y arranca ya tu raíz. Por ti, por mi, por todas, las que seguimos aquí.
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