No me estoy muriendo, estoy siendo asesinado
Me despierto y al parecer no están a gusto con el lugar que había escogido para dormir. Me golpean en diversas partes del cuerpo; me han inyectado algo para que me sienta más cansado, pero no sé qué es; me han hecho colgar sacos llenos de arena, lo cual hace que me tense por un momento y tenga que parar. Me acaban de untar algo pastoso en los ojos. Se me hace difícil ver, y sé con certeza que están disfrutando mi dolor con deleite. Incluso me han recortado los cuernos, no obstante, desconozco con qué fin.
Me arrastran hasta una especie de carro, donde me es posible discernir las huellas de algunos de mis amigos. Todo esto no pinta bien, no entiendo nada y me tenso ligeramente. Intento oponer resistencia ante esta injusticia; no he hecho nada malo, y me temo que no me van a entender, por lo tanto, no podré demostrar de ninguna manera mi inocencia. ¿Qué tienen contra mí? ¿Hay alguna posibilidad de que todo esto sea producto de una horrible pesadilla de la que saldré pronto?
De repente las ruedas que hacían mover el aparato dejan de moverse. Supongo que hemos llegado a nuestro destino pero, realmente, ¿Qué es lo que me depara detrás de esos barrotes que parecen aislarme del resto del mundo?
Esto debe de ser un error, yo no pertenezco a
este lugar, veo demasiadas figuras que no reconozco, aunque parecen animadas, como si hubieran estado esperando mi llegada. Eso no me consuela en absoluto, puesto que veo acercarse a un personaje que aparentemente viste distinto a todos los demás, que me observan con ojos famélicos.
El susodicho es portador de un instrumento alargado, y tengo la sensación de que no es nada que me cause ningún tipo de beneficio.
Comienza el espectáculo. El monstruo se alza sobre mí mostrándome una superficie lisa de un color que me atrae lo suficiente como para acercarme, y es en se mismo instante cuando él me clava una de sus afiladas armas. Pero no contento con eso, intenta retarme, mientras a lxs demás parece hacerles gracia mi desdicha. Yo hago lo que puedo por no quedarme atrás, y aun así sigue haciendo uso de lo que provoca que duela tanto seguir adelante. No puedo ver nada, es todo tan borroso... Aquí me quería y aquí me tiene, sólo me queda suplicar algún resto de piedad que quede en su ser, lo cual veo difícil; su mirada me dice que su sed de sangre clamará pronto.
Antes de que pueda hacer nada noto cómo me hunde la espada más grande entre mis pulmones, hasta llegar a la zona del costado. Los aplausos y el bullicio de lxs allí presentes se mezcla con el charco de sangre que he dejado a mi paso. Aun estando moribundo, noto cómo me cortan las orejas y el rabo. Ellxs lo llamaron ''arte'', mientras que yo prefiero usar el término ''asesinato''. ¿Por cuál te decantas?